Durante la primera consulta se obtienen los antecedentes de cada paciente quien debe realizar un examen físico, con especial énfasis en su columna. También es posible que debas complementar otros estudios o pruebas como radiografías; Si el quiropráctico determina que eres elegible para iniciar el tratamiento, se iniciara un plan de procedimiento que se adecue a su situación. La quiropraxia se usa más frecuentemente para el tratamiento de trastornos óseomusculares, es decir, afecciones en músculos, articulaciones, huesos y tejido conectivo, como cartílagos, ligamentos y tendones.

Durante el tratamiento, el quiropráctico puede hacer uno o más ajustes estructurales, ejecutando fuerza controlada con las manos en los sitios alterados.

Estos ajustes se hacen para aumentar la amplitud y calidad de los movimientos en el área que se desea tratar, mejorando así la calidad de vida y liberándose de dolores osteomusculares.