Generalidades:

La aplicación de este par activa la regeneración de tejidos dañados.

El nombre proviene del vocablo maya Gen que significa huevo. El punto se ubica en la arteria onfalo meséntérica, es decir el ombligo. El descubridor* previene de usar el vocable Gen en lugar de ombligo.

El polo negativo en Gen (ombligo) y el positivo en el órgano afectado. Con esto se logra la regeneración de cualquier tejido, presumiblemente se sustituyen las células dañadas por células madre.

*Descubierto por el Dr. Humberto Lucio Castañeda. Presentado en octubre de 2009.

Protocolo:

Se sugiere primero realizar una o dos sesiones para impactar los pares que puedan estar relacionados con el órgano o tejido afectado. En la segunda o tercera sesión aplicar el par Gen.

Ejemplos:

• Diabetes tipo II: En la primera sesión se encontraron e impactaron los pares: duodeno – riñón (D), vesícula – riñón, conducto de páncreas – riñón, uretero – uretero, epiplón – epiplón. Después de dos o tres sesiones se aplicó el par Gen – Cuerpo de páncreas.
• Diabetes insípida. En las primeras sesiones se aplicó el par Hipófisis – Bulbo, a continuación se aplicó Gen – Hipófisis.
• Prostatitis. Se ha probado con excelentes resultados, logrando la normalización de los niveles de antígeno prostático. En este caso el par se aplicó como Gen – Próstata.
• Rejuvenecimiento. También se puede emplear para regenerar el tejido de la glándula pineal, en este caso Gen – pineal (como muestra la gráfica superior). Con su aplicación se promueve el rejuvenecimiento general de todo el organismo.

El par se puede aplicar en cualquier órgano que requiera regeneración tisular, siendo innumerables sus aplicaciones: hipotiroidismo (en general cualquier disfunción glandular o de órganos), Parkinson, Alzheimer, cáncer, artritis, desgarres, esguinces, entre otros.